sábado, 28 de diciembre de 2013

La receta de la felicidad

 
¡Hola de nuevo!
Ésta semana os presento una pelicula sobre gastronomía que ha sido un descubirmiento para mí, nadie me había hablado antes sobre ella y espero que para vosotros sea una sorpresa también y que la veáis. Se llama "El chef, la receta de la felicidad" título original de la misma "Comme un chef"
Os pongo el trailer, en el que se explica muy bien de que va la pelicula.
No voy a daros muchos detalles sobre la trama para no quitarle la gracia. Solo como siempre, os recomiendo que la veáis en versión original, no es por ser elitista pero es que cambia completamente. Os doy un breve ejemplo: en ésta pelicula aparece Santiago Segura como un experto de la cocina molecular española, en la versión doblada se llama Jean-Philippe, tiene acento francés y le hablan mezclado inglés ¿quién entiende eso? sin embargo en la versión original es Juan Castella y habla un francés con mucho acento, realmente divertido. Y alerta spoiler! una de las frases más ocurrentes de la pelicula solo se puede comprender si se ve la pelicula en francés. En español Santiago Segura dice: Vamos a probar sus platillos, a lo que Jean Renó responde ¿mis platillos? ya me diréis que gracia se le encuentra, sin embargo, en la versión original dice: On va a gouter ta cousine (Vamos a probar a tu prima) la gracia es que cousine (prima) se pronuncia muy parecido a cuisine (cocina) lo dicho, versión original subtitulada siempre es mejor.
En algún momento de la pelicula, parece como si criticara la cocina de vanguardia y defendiera la cocina tradicional y francesa por encima de todo, los cocineros pueden sentirse un poco ofendidos de ésta visión tan literal de la cocina moderna, pero ayuda a no tomarse tan en serio, y creo que al final, se termina con un mensaje de unión de la tradición y la vanguardia y de que cuando se cocina con amor se encuentra la inspiración.
Me gusta de éste film:
1. Que es una comedia, siempre se suelen hacer films gastronómicos muy sobrios y la cocina también es diversión.  
2. Al inicio, en los créditos iniciales, los nombres de los actores, realizadores,.. están presentados como una receta: Emulsionado por, con una pizca de.... Hecho a su manera por Daniel Cohen (el director)
3. Buenos actores, Jean Renó y Santiago Segura realmente muy bien, y mi descubrimiento Michael Youn, que interpreta a Jacky Bonnet un genio culinario al estilo de Ratatouille, el hombre que susurra a las verduras jajaja
 
En ésta película no aparecen escenas en las que se vean la elaboración de los platos, aunque si vemos muchos, Lenguado meunier, steak tartar, blanqueta... sin embargo la receta principal es sin duda el Navarin. Es una receta tradicional que el Chef Lagarde y Jackie elaboran para un programa de TV llamado "Las recetas del mercado de Alexandre" y en el que Jackie, no permite el más mínimo desliz de la receta original, un pequeño duelo entre el gran chef y el genio, que se rueda en vivo. Situación hilarante.
La receta del Navarin, es una receta de la cocina tradicional, un estofado de toda la vida, pero atentos! lección de cocina, el navarin lleva nabos (navet en francés de ahí el nombre navarin) y es de cordero, mientras que el ragout es de vaca.
Los ingredientes son:
Un poco de aceite de oliva y mantequilla
Verduras: Importante los nabos, el resto opcional, papas, ajos,cebolla, guisantes, zanahorias, yo incluso añadí unos champoñines.
Carne de cordero.
Vino tinto (yo no añadí porque no tenía, pero lo recomiendo)
Sal, pimienta y ESTRAGÓN (guiño para los que veáis o ya habeis visto la pelicula)
 
Los pasos previos son un poco elaborados pero ya vereis que es fácil, y después se deja solo en el fuego, y hasta de hacer otras cosas os da tiempo.
Las verduras como los nabos, zanahorias y papas, que requieren de un cierto tiempo de cocción o que al hervirse se desmenuzan, se pelan, limpian, cortan y saltean con un poco de mantequilla, ésto hará que se precocinen y aparte que se nos mantengan enteritas y con una capa externa firme en el navarin.

El cordero se corta en trozos del tamaño de un bocado. No hace falta quitarle la grasa.
Y se sellan con un poco de aceite, el estragón, cebolla y ajo. Una vez un poco dorados sería el momento adecuado de añadir el vino, que le da un toque de gusto importante.
Se añaden las verduras de cocción rápida, tales como los guisantes y los champiñones.
Ponemos todos los ingredientes en la olla, añadimos sal y pimienta al gusto, y los huesos de la carne para dar sabor al caldito. Y añadimos agua, no cubrir por entero, solo que llegue a la mitad de los ingredientes. Tapamos y dejamos que cocine entre  45 minutos y una hora, dependiendo del tamaño que le habéis dado a la carne y como queráis de cocinadas las verduras.

Éste es el resultado, no muy bonito, pero como todas las recetas de la cocina tradicional, bien delicioso.

 
Como siempre, espero que lo hagais, si soleis cocinar en casa, seguro habéis hecho antes un estofado, si no, ya habéis visto que es muy fácil. Y también os recomiendo encarecidamente la pelicula, para pasar un buen rato, entretenida, divertida y con mucho gusto!!


viernes, 20 de diciembre de 2013

Un baile en el paladar

Nueva semana y nueva entrada, gracias a los comentarios de 2 personas he recuperado las pilas y la motivación de escribir. Todavía me quedan dos artes por relacionar con la gastronomía, la danza y la escultura. Y la entrada de hoy va dedicada al baile. Pensaréis que es una ardua tarea, pero nada más lejos de la realidad, gracias a un famosisimo postre tanto como la danzarina a la que rinde homenaje Anna PAVLOVA.
Anna Pavlova fue una bailarina de la compañía Imperial Rusa. Que destacó entre todas las demás por su constitución frágil, su gran capacidad interpretativa y su inventiva, añadió unas tiras de cuero a los zápatos clásicos de ballet para hacerlos más rígidos y disimular sus pies arqueados y son hoy en día utilizados por las bailarinas de ballet. Pero sin duda su mayor logro fue la de acercar el ballet y la danza clásica al gran público, con su propia compañía que fundó en 1910, se ofrecieron más de 4000 representaciones en todo el mundo.
He aquí su baile más famoso "la Muerte del cisne".
 
Y su relación con la gastronomía nace de un postre que Australia o Nueva Zelanda (como todas las grandes invenciones se discute quien fue el primero) dedicaron en su honor. Con un merengue blanco como un tutú de bailarina, ligero, con un interior de crema, y frutas (generalmente frutos rojos) y a veces chocolate. Hay quien dice que fue un postre ligero porque al ser bailarina no quería engordar, yo pienso que es más bien por una cuestión estética.
Y aquí os presento la receta.
Para el merengue necesitarés:
Azúcar glace, azúcar normal y claras.
 
Hay quien da complejas cantidades para el merengue, éste me parece que es de Alain Ducasse, es el mejor para mí, partes iguales de todo, es decir 100 gr de azúcar glace, 100gr de azúcar cristal y 100 gr de claras o dependiendo de cuanto queramos hacer 50gr, 200gr o 1kg =) como queráis. Pero siempre queda firme y estable. Hacer un merengue como éste es muy fácil, basta con batir bien los ingredientes. Y cuando veamos que comienza a estar bien montado y la varilla deja marcas hacemos la prueba...

                   Le damos la vuelta al recipiente, sin miedoooo!! si está bien montado no se va a caer.
Lo colocamos en una manga, con la boquilla que preferais, yo he elegido una de boca estrellada.
Y hacemos las figuras de merengue de unos 10cm de diámetro sobre papel slfurizado, podeís jugar y hacer como queráis, con formas diferentes, simples circulares, como cestas, cuadrados... a vosotros de experimentar yo os dejo dos modelos que hice.


 
Se hornea a 100ºC durante una hora. La cuestión es que queden secos, debido a la cantidad de azúcar de éste merengue sabreís que ya están porque cambian un poco de color, no son blancos sino un poco rosaditos, debido a la caramelización.
Mientras se hornea, no nos paramos sino que continuamos con el resto de pasos a seguir. Yo he elegido frambuesas porque tienen una cierta acidez que contrastra y está muy bueno, pero podeís usar otra fruta, fresca o en confitura. Si utilizais frambuesas como yo, ponedlas unos 10/15 minutos en un bol a baño María con una cuchara de azúcar (una sola), y eso hará que suelten un poco de líquido, éste es el resultado.

 
 
Finalmente hacemos la chantilly, nata montada con azúcar y vainilla, podeís utilizar vainilla natural, como en la foto (hay que cortarla a la mitad y raspar el interior para usar los puntitos negros del interior) o extracto de vainilla. No pongo la cantidad de azúcar, porque en éste caso es gusto personal, yo utilicé 100 gr por un litro, para que el conjuinto no sea demasiado dulce.
 
 
Una vez montada, se coloca en el centro del merengue, con una manga pastelera o simplemente una cuchara.


Y se termina, con una cucharada de las frambuesas. Y una decoración al lado, también, jaja.
 

Espero que os haya gustado, os inspire como la gran danza de Pavlova y que os pongais el tutú, perdón, el delantal,  y lo hagais en casa. Hasta la próxima!!!

sábado, 14 de diciembre de 2013

Deliciosa simplicidad

Y aquí estoy de vuelta.... con una nueva receta y una pelicula que me la ha inspirado y de la que voy a hablaros,  Deliciosa Martha.
La trama de la historia se centra en una cocinera bastante inadaptada social pero una genia culinaria, que tiene que hacerse cargo de su sobrina a la muerte de su hermana, lo que conlleva cambios en su vida, y en ese momento delicado, aparecerá otro cocinero, un italiano lleno de locura  y buen humor, que le enseñará que en la vida no solo se cocina sino que también hay que aprender a degustar (si me entendéis la metáfora)
El quid de la cuestión es que después de ésta pelicula de origen alemán, hicieron un remake estadounidense llamado "Sin reservas" protagonizado por Catherine Zeta-Jones, y os voy a dar mi humilde opinión del asunto con pros y contras de las 2, a ver quien gana el combate.




  
La pelicula de EEUU, tiene buenos actores, por ejemplo, la niña (Abigail Breslin de "Pequeña Miss Sunshine) es más conmovedora en su papel desde mi punto de vista que la niña alemana, y Catherine Zeta-Jones es una buena actriz también, correcta en su interpretación, sobre eso no hay nada que decir. Pero sin duda, la mejor versión es Deliciosa Marta por las siguientes razones:
1. En primer lugar, la originalidad. No comprendo porqué los norteamericanos no saben disfrutar del cine de otros países y siempre tienen que hacer sus propias versiones. Y sobre todo por qué el resto de países prefieren ver una pelicula copiada que no tiene nada propio en sí misma, solo porque es made in USA, que no la original. 
2. Sin reservas, es simplemente una comedia romántica con los fogones como telón de fondo, presenta el típico inicio, problema y desenlace, trama idéntica en cualquier film amoroso, y se han limitado a tomar las tomas claves, como cuando un cliente se queja y le clava un trozo de carne crudo en la mesa, cuando el cocinero convence a la sobrina de comer o la cena romántica con lo ojos vendados. Está bien porque no es súper edulcorado, pero Deliciosa Martha tiene más mátices, como un buen vino, el personaje de Martha es un poco psicótico, podríamos decir, en el principio no te cae bien, parece que la actriz está en estado permanente de ansiedad, se retuerce las manos, habla lento como si no supiera encontrar las palabras adecuadas y no sabe relacionarse con los demás mientras que C.Zeta-Jones es solo una obsesa de su trabajo, Martina Gedeck, la actriz alemana, nos muestra una transcición real en el personaje, una evolución y un aprendizaje. Una vez escuché de un profesor de cocina que tuve, que los cocineros solemos ser un poco antisociales, nos gusta quedarnos en la cocina y no tener que tratar con la gente, si no... hubieramos sido camareros (jaja no siempre se cumple pero a veces si que es cierto) Detalle de realismo también, C.Zeta-Jones aparece siempre impecablemente maquillada y perfecta, está en una cocina, coordinando 40 platos a la vez, con calor... ¿quién se va a creer eso? Martina, sale más natural y me convence más.  
3.Y por último, gastronómicamente hablando, las dos se centran en la vida personal de los personajes, no es como otras peliculas del género centradas exclusivamente en los platos. Pero los detalles, la explicación de algunos platos, las imágenes, me parecen más elegantes en Deliciosa Martha.
 
Después como siempre, cada uno tiene su punto de vista, quizás estéis de acuerdo conmigo, o preferais Sin reservas, por el hecho de que es un cine comercial y facil de "digerir", totalmente respetable.
Sobre la receta que he escogido... salmón con salsa de albahaca. El plato importante de la pelicula, serían más bien los spaghuettis, ya que Mario convence a Martha y a su sobrina de comenzar a comer, las dos con un plato de ésta pasta, y en general la cocina de la pelicula tiene tintes italianos,  pero me parece que spaghettis ya debeis saber hacerlos y éste es un plato también sencillo y rico. Sale mencionado por Martha al principio de la pelicula, dice:
"Se sabe si un cocinero es bueno si domina los platos más sencillos, salmón por ejemplo en una salsa de albahaca, en la mayoria de sitios creen que es un plato fácil y lo ponen en la carta, pero cocer el salmón en su punto y acertar con la sal y las hierbas que requiere la salsa es increiblemente difícil, y en esa receta no hay nada especial, ni la presentación, ni ingredientes exóticos, solo el pescado y la salsa.... el pescado, y la salsa" Por la forma que lo dice y viendo la pelicula, nos damos cuenta de que quiere decir algo más, a veces lo más sencillo nos resulta difícil, pero hay que intentarlo al menos.
Así que ya sabeis, a intentar la receta!!
Necesitaréis:
 
Salmón, nata, albahaca, echalotas o cebollas, espárragos trigueros, mantequilla y un limón 
 
Los espárragos trigueros se deben pelar en la base porque es la parte fibrosa y dura. Pero son deliciosos y además diuréticos (bueno para limpiar los riñones)
Aquí os muestro el antes y el después de pelarlos, como deben quedar. La parte de arriba, más tierna, no se toca.
Y los hervimos durante 7-10 minutos o los cocinamos al vapor. Se dejan un poquito al dente, los espárragos blanduchos y pasados de cocción no están tan buenos.


El salmón, simple, a la plancha. Con unas gotas de limón para reforzar el sabor.



El punto ideal del salmón es hecho por fuera y rosadito por dentro, no crudo como sushi, pero tierno. Para saber si el punto es el adecuado, cuando pongais el salmón a la plancha primero de un costado vereis que cambia a un color más claro casi, casi hasta el centro, le dais la vuelta y ocurre lo mismo, listo, ya está, podeís sacarlo. Queda el centro así.




Se pican finamente las echalotas (son más delicadas en sabor que la cebolla pero si no conseguis no pasa nada)

Se sofrien con mantequilla, y se le agraga un chorrito de nata para desligar, si no queréis mezclar lácteos y pescado podeis sustituir la mantequilla por aceite y la nata por otro líquido, vino blanco, por ejemplo, aunque claramente el gusto cambia.




Por último queda agregar la albahaca finamente picada y reducir un poco la salsa, corrigiendo de sal y de pimienta. Podeis triturarla o servirla así.
Y el resultado es éste, como dice Martha simple, solo el pescado y la salsa, pero simplemente Delicioso!!

sábado, 16 de noviembre de 2013

La sal de la vida

´Por segunda vez, escribo con retraso el blog. Advierto a todos aquellos que comiencen a escribir en la red, que hay que dedicarle mucho tiempo y dedicación, sobre todo por el hecho de hacer las recetas, que conlleva comprar los ingredientes y hacer las fotos durante el proceso. También, como no recibo mucho feedback no sé si realmente alguien lo lee o si estoy escribiéndo recetas que se van a perder en el ciberespacio. Si hay alguien que lee el blog, que no se inquiete! que no voy a dejar de escribir, porque al fin y al cabo, también es un hobby para mí, un descubrimiento y un reto semanal, solo advertiros de que a veces puedo ausentarme como ésta vez durante una o 2 semanas, porque la vida social y el trabajo me reclaman y no puedo dedicarle tanto tiempo como me gustaría al blog.
Hecha la advertencia, llego con un libro. Hasta ahora, he aportado libros y peliculas medianamente conocidos, pero también éste puede llegar a ser un medio de compartir algún descubrimiento y daros mi humilde y honesta opinión.
El libro se llama " El Libro de la sal" de Monique Truong una señora vietnamita afincada en EEUU. 
Livre du sel (Le) Voir la quatrième de couverture
Yo lo leí como el de la imagen, en francés, cosa que no estubo muy bien porque el protagonista en buena parte del libro, intenta aprender éste idioma y no es creíble si en la frase siguiente lo lees con un francés correcto de academia. Leerlo en cualquier otro idioma es mejor, sin duda.
El libro cuenta la historia de un joven vietnamita llamado Binh, y no tiene un orden cronológico definido, salta constantemente del pasado en su tierra natal, su vida como marino o su historia en París.  Resumiendo el principal tema del libro es que Binh es homosexual, y lidiar con ello le ocasiona una gran soledad e incompresión por parte de los demás, hasta que llega a trabajar a la casa de dos damas americanas en París que son amantes donde encuentra su lugar confortable en el mundo (que no su hogar) porque no deja de ser su sirviente.
Realmente no puedo recomendar el libro, siendo honestos, aquí estamos para ver su lado gastronómico pero si el libro es malo, también se tiene que decir. El principal problema que le encontré es que no me pude identificar con el personaje, gran parte del libro la pasa, llorando sus miserias y contando lo triste y solo que está. Creo que hubiera sido mucho más efectivo, que la autora nos contara su historia con detalle y a través de sus dolorosas vivencias acabásemos identificados con él, y realmente sentir que entendemos su situación.
 
La relación que tiene éste libro con el blog, es que Binh es cocinero, aprendió el oficio en la casa del gobernador en Vietnam, ya que su hermano el sous chef lo mete de enchufe, y realmente tiene momentos gastronómicos muy buenos como cuando aprende con su madre los rudimentos de la cocina tradicional, o cuando ya trabajando de cocinero en Francia bajo el mandato de las dos damas, le enseñan a abatir a las aves que van a cocinar, los secretos de una buena "omelette", como escoger el postre adecuado para un evento... También es bonita la referencia de la sal, título del libro, que puede ser la sal del mar, del sudor de nuestra piel (tanto por el placer como por el esfuerzo del trababajo duro) y como no, de la cocina.
Y sin duda la parte que más tiene que ver con el blog, es cuando Binh relaciona la cocina y la pintura, y nos cuenta que un cocinero que no prueba sus platos es como un pintor que no ve sus obras. ¡¡¡¡Otra referencia que he encontrado arte-gastronomía!!!
 
Finalmente para mi ha sido interesante leer el libro porque he descubierto un poco de la cocina vietnamita, que no es solo un poco de especias y fruta dragón. Durante un tiempo fueron colonia de Francia, y se fusionaron sus gastronomías. Por ejemplo, es el único país asiático donde es fácil encontrar pan, (baguettes incluso), usan siempre productos frescos y es muy colorida. Los platos más conocidos son el arroz como base (por supuesto en Asia) las sopas de fideos, de pescado (con su típica salsa de pescado) de hierbas como la lima kaffir o citronella, y los rollitos, no primavera, pero similares. Yo os propongo unos rollitos, que si mis búsquedas son exatctas se llaman Chả giò.
 
Se necesita:
Tortas de arroz, fideos de soja, setas, carne picada (en Vietnam suele ser de cerdo pero yo he usado de ternera) zanahorias y dos yemas.
 
 
En primer lugar se hidratan los fideos en agua fria. Si lo hacéis vereis la diferencia que ésto ocasiona, sin hidratar los fideos son rígidos, un poco como plástico, e hidratados son  casi invisibles y blandos.

El relleno es muy simple, simplemente mezclar la zanahoria rallada o cortada pequeña, la carne, los fideos y las setas.  Todo en crudo, mismo la carne.
                                 Las obleas también son rígidas, muy finas y transparentes.
                   Para hacerlas maleables, se pintan con la yema de huevo, por ambos lados.
                                                      Se coloca el relleno en el centro.
    Y se envuelve, parecido como un sobre, primero los costados, enrollar la parte de abajo y finalmente cerrar la parte de arriba. Gracias a la yema se pega muy facilmente, no se necesita agua ni nada. Importante también es de que no queden burbujas de aire.

Por último se frién (o al horno también quedan bien) hasta que están bien dorados para asegurarse de que la carne está bien cocinada al interior.

Y eso es todo, la foto no me quedó muy bonita, pero puedo aseguraros que están muy ricos. Sobre todo se condimentáis bien con especias de vuestro gusto, o los comeis con salsa de soya o de pescado vietnamitas.
A vosotros de decidir si probáis a hacer la receta y si quereís leer el libro, estoy receptiva a vuestras opiniones sobre ambos. Y siempre es positivo para otras personas de escuchar diferentes puntos de vista! Hasta la próxima entrada.

domingo, 27 de octubre de 2013

Ladrillos o masa, esa es la cuestión!

Uy! ¡¡ya estamos en domingo!! La semana termina y todavía no he posteado nada! Aunque a último momento, llego con una nueva receta!!
Dando un repaso a las entradas que he escrito hasta ahora, hemos visto como artes, la pintura, el cine, la literatura y la música y nos quedan 3 que todavía no hemos tocado. Hoy vengo con la arquitectura!
Realmente me ha supuesto un reto, como relacionar dos artes tan dispares?? finalmente encontré la inspiración en un reto de Master Chef España (el mejor MasterChef de todas las versiones que se han hecho, o de las que he visto, al menos)
http://www.rtve.es/alacarta/videos/masterchef/masterchef-p5-prueba-presion/1806888/
El croquembouche. No diremos que hacer una pieza de profiteroles, es igual a construir un edificio, porque los arquitectos se me pueden ofender, pero realmente es una verdadera torre, que requiere mucho esfuerzo, paciencia y saber hacer.
Y si todavía dudaís de mis palabras y no veís su relación con la arquitectura, solo hace falta comparar...


 
 
Yo en casa he hecho una pieza pequeña y sin pretensiones, que estoy yo sola para comérla después y no quiero engordar. Lo principal, es que os voy a mostrar como hacer la pasta choux para los profiteroles, la crema pastelera y un poco las bases del montaje, por si queréis probar en casa.
Para la pasta choux (con la que se pueden hacer palos, eclairs, profiteroles...) se necesita:
 
4 huevos  y una yema   100gr de mantequilla  200 gr de harina   1 pizca de sal    250gr (25cl) de agua
 
Para hacer la pasta choux, primero calentamos la mantequilla y el agua juntas. Cuando comienza a hervir, añadimos de golpe toda la harina y removemos bien.
 
 
 
                                        Está pronta cuando la masa se despega de las paredes.



 En otro bol, para que la masa vaya enfriando, le vamos añadiendo los huevos uno a uno, en ésta receta  que os doy, suelen coincidir siempre bien las cantidades pero dependiendo de los huevos si son grandes o muy pequeños puede variar.

 


 


Sabemos que la consistencia es la ideal cuando,  si tomamos un poco con una cuchara hace un pico, es decir que cae un poco pero igual se mantiene (como en la imagen)


El siguiente paso, es hornearlos!! con una manga pastelera de boquilla redonda hacemos bolitas de masa sobre papel de horno o una placa engrasada, procurando separarlos unos de otros porque crecen!! van al horno a 180ºC durante 30 minutos.


Una vez cocinados, y aún calientes les hacemos un agujerito por debajo con la tapa de un bolígrafo o el cuchillo y rellenamos con crema pastelera. Si os queda un agujero más pequeño que el de la imagen, mejor, que mejor!!

La crema pastelera, conocida creo por todo el mundo es muy sencilla de hacer:
*1 Litro de Leche *100gr de azúcar *200 gr de yemas  (10 unidades)  *80 gr de maicena

Primero aconsejo mezclar el azúcar, las yemas y la maicena, para que ésta última no haga grumos y se disuelva bien, y luego añadir poco a poco la leche. Si queremos podemos añadir algún aroma, como canela, ralladura de naranja o de limón… lo que se quiera. Se lleva al fuego, sin dejar de remover y se retira cuando espesa.
Rellenamos los profiteroles con la crema, y el siguiente paso es pegarlos unos a otros con caramelo (azúcar + agua + un chorrito de zumo de limón, que calentamos hasta obtener un color dorado, o el punto que queramos de tostado) La base en mi caso es un poco de hojaldre, pero podemos hacerla también de galleta, masa quebrada o la misma pasta choux.  Con mucho cuidado, porque el caramelo quema muchísimo, mojamos la base de los profiteroles y vamos pegándolos unos a otros como una pirámide, si en la base colocamos 6, luego van 5, luego 4, etc, hasta coronarla con un último profiterol en la punta.

 

Si se hace una torre muy grande, se usa un cono de cartón para ir dando la forma y que quede lo más derecho posible, pero si es una pequeña torre como ésta no hace falta. Finalmente, con el mismo caramelo, podemos hacer alguna decoración o bañar un poco nuestra torre, no olvidemos que croquenbouche quiere decir en francés “que te cruje en la boca”.
 ¿Qué os parece? ¿Os animáis con el croquenbouche o con unos profiteroles? Lo bueno de ésta "construcción" es que es comestible, mmmm, y eso un edificio, normalmente no suele serlo!